Llegó el Ranas Folk, con la Rondalla del Valle, que cada año suena mejor. Emociona escuchar a Donato y Victoria con 80 y muchos años, cantando los tradicionales cantos de la abeja. José Antonio Alonso y sus músicos, ya entrada la noche, intentaron animar a la concurrencia, pero un frío que dejó a los asistentes medio congelados, nos quitó fuerzas para bailarnos una jotilla. 
La nota exótica nos la puso Mû, de Guinea Bissau, pero que vive en Girona. Mû, una voz potente, toda la fuerza de África, toda su dulzura, toda su alegría. Mû que compartió con nosotros la cena del día anterior. Le encantó el pan al curry y el humus. Se reía a carcajadas leyendo los micro-poemas de Ajo. Mû quiere montar una escuela de arte en su país, y está aquí para recabar ayudas. Lo digo por si en algún momento os llega la onda. Que sepáis que merece la pena. Después del concierto, cena en el Albergue. Mû impuso su silencio negro frente a la verborrea blanca. Encantadores los músicos de Antonio Alonso y sus novias, todos ellos maestros de primaria comprometidos con la enseñanza, el ritmo y la música. Al próximo Ranas, intentaremos no fallar, avisar a tiempo a Hugo Más y Pau de Nut, para que vengan.
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